viernes, 30 de marzo de 2012

FENG SHUI PARA BEBÉS



Para los que no leyeron esta nota en su momento, va con todo mi cariño, ya que es el principio de un largo viaje, que sigue y sigue.


Cómo recibir a los niños (diario de un largo viaje)

Cuando mi hijo nació, lloró por que le deben haber dado un chirlo y recién a las 24 horas, cuando los dos habíamos descansado, me pidió comida.
Un ser bueno, un niño que durante un año creció feliz en este aprendizaje mutuo que se instaura entre padres e hijos.
Hasta que un día me mudé.
Felices inaugurábamos nuestra “casa propia” en un valle bucólico de la Patagonia argentina, en El Bolsón.
Pero mi niño empezó a llorar.
Poco sabía yo en ese momento de las energías.
Noche tras noche padecíamos con su papá, este “no dormir”.
Por fortuna se lo comenté a un colega (arquitecto), aquel que apareció en mi vida para abrirme puertas. Oscar me dijo: ¿pero has buscado las geopatías antes de emplazar la casa?
-¿Qué geopatías?, pregunté azorada y se me cayó la facultad de arquitectura encima…..
Había un zahorí en el pueblo, un duende holandés a quien llamé, y me dijo:
Tu hijo está durmiendo sobre un cruce de líneas Hartmann y una vena de agua (que es como dormir sobre una torre de alta tensión por el campo magnético que se genera)
_ ¿Y ahora qué hago?, le pregunté.
Mueve la cuna…………
Y Joaquín dejó de llorar (agradecido).
Así fue como mi hijo vino a este planeta para que yo, hace ya veinticuatro años, empezara a meterme en el mundo de las energías.
Primero desde la culpa: mi casa, diseñada por mí, profesional de la arquitectura…
¿Debería mudarme?.....no podía hacerlo, ¿qué hacer?…
Segundo desde el entendimiento: todo se mueve, todo se puede sanear. Si en la facultad no se tenía en cuenta este tema básico, habría que estudiarlo para mí y para ayudar a los demás. Era parte del territorio elegido, entonces llegó el Feng Shui, la Geobiología, la Metafísica a mi vida y ahora, la Medicina del Hábitat.
Lo tangible y lo intangible.
Cuando cuento esta historia real a mis alumnos, siempre hay una mamá que pasó por lo mismo, pero no tuvo la suerte de que llegara Oscar ni el duende, ni se le ocurrió algo tan obvio como mover la cuna.
Hace un tiempo viajé a Italia.
Mis maravillosos amigos que me albergaron estaban esperando a su primer hijo. Antes de la primera ecografía les pregunté:
¿Qué sienten que va a llegar, una niña o un niño? Una niña, me dijeron a dúo.
Pero mi péndulo decía lo contrario y se los dije. Estaba en Florencia cuando me llamaron por teléfono para decirme: Teo agradece tu reconocimiento….
Me tocó dormir en la futura habitación de Teo. Tenía una pared lindera al  baño de la casa, otra al baño del vecino y dos a la calle.
Como era un edificio en esquina se generaban unos ángulos extraños. Entonces comencé a buscar cruces de geopatías y agua y sólo me quedó un rinconcito.Ése era el rinconcito de Teo.
Le pregunté a su madre, que no maneja la geobiología, dónde  pensaba poner  ella  a su bebé y me marcó el lugar exacto que yo había encontrado. La intuición y las sensaciones nos dan datos fundamentales a la hora de buscar “los sitios”.
Meditar en la habitación, vibrarla, sentirla, siempre nos ayudará.


No importa lo que gastemos, lo que compremos para recibirlos. Sólo importa acoger a los niños en el lugar adecuado.
Ellos llegan absolutamente perceptivos.
Debemos acompañarlos.
Elijamos el sitio.
Imaginemos que tenemos un espacio exclusivo para el bebé. Hagamos Feng Shui ahora.
El C’hi (energía vital) que deberá fluir por toda la casa llegará y entrará por la puerta de la habitación para salir luego por una ventana. Observar  que serpentee y que no salga sin haberlo “inundado todo”, pensemos en la energía como si fuese agua fluyendo. Colocar al niño en oposición a la puerta y en algún ángulo donde no sea “atravesado” por el C’hi. Seguro que coincidirá con el rinconcito elegido previamente.
Buscaremos los colores adecuados.
Como estoy hablando de la habitación del bebé será el sitio donde pueda descansar, arropado por las buenas vibraciones del lugar. El sitio del relax y pertenencia.
Entonces debemos dejar el neón, lo rimbombante y los rojos chillones para el rincón de juegos, que será en otra habitación, o la dividiremos mediante un mueble, store o cortina, o se guardará cada día en un baúl o muebles apropiados. Adoptaremos los tonos pasteles y neutros, lavanda, durazno, rosa, crema, beige, celeste. Los colores primarios generan excitación continua. Unos peluches, almohadones y cuadritos, retratos familiares, completarán el entorno
La iluminación deberá ser preponderantemente natural y la artificial, difusa.
Si es una ventana orientada al norte (hemisferio S), habrá que filtrarla con unos stores para que se apacigüen los rayos solares. La iluminación artificial será una lámpara sobre la mesita de luz y algo que ilumine zona del cambiador y guardado de ropa (no colocar lámpara sobre el niño).
Chequear el balance entre el yin y el yang, debe ser armónico y equilibrado. Por ejemplo si tenemos suelos brillantes (yang) “bajarlos”con una alfombra (yin).
Y no olvidar los cinco elementos. Es complejo equilibrar todo lo que nos rodea, pero  juguemos por lo menos con tener un poquito de cada cosa dentro de la habitación, con un elemento de cada tipo basta, materializados así:
Fuego: iluminación, plástico, color rojo, naranja-Agua: color azul, telas con ondas-Metal: color blanco, bolas- Madera: papeles, muebles, color verde-Tierra: amarillo, cuadrados, cerámicas.
Siempre me preguntan si la cabeza debe estar orientada al Norte. En honor a la verdad podría decir que es un sitio muy conveniente dado que refuerza la salud y la vitalidad. Pero sabemos que todo es relativo y que todo tiene su parte positiva también.
El Este acelera, vence la depresión y pereza.
El Oeste lentifica, evita el estrés y el insomnio.
El Sur favorece la intuición y la memoria.
Los intermedios nos aportan de a dos vivencias.
Así que podremos cambiar la almohada de sitio y “ver” qué es lo más favorable en relación al temperamento de nuestro hijo.
Y cuando llegue, prestemos atención a cómo amanece, cómo se acomoda en su cuna, porque “ese”, será su sitio sano.
Y por último debemos observar “la arquitectura”. Si el techo tiene vigas generará Sha que es C’hi negativo. Podemos solucionarlo colocando sobre la cuna un techito (como un baldaquín)  con una tela, paralela al suelo, con unas nubes pintadas o un cielito estrellado.

Si tenemos ángulos cerrados colocar desde el techo algún móvil que agite la energía que seguramente se estancará allí.
Y por último, usemos los cinco sentidos para este niño, dándole la mejor de nuestras bienvenidas y de nuestra contención.



Mirta Castanheira, arquitecta especialista en Feng Shui Integral y en Medicina del Hábitat












miércoles, 28 de marzo de 2012

MEDICINA DEL HÁBITAT


HABITACIÓN POR HABITACIÓN (sugerencias para un recorrido por nuestras casas)

Volviendo a la normalidad, me produce una profunda alegría poder escribir en mi blog.He pensado en aggiornar esta nota que escribí hace un tiempo, ya que siempre me piden que les de consejos (que no me gustan, porque cada uno tiene su universo propio),pero digamos que hay conceptos básicos que se pueden sugerir.

Allí vamos:
Recorramos nuestros espacios uno a uno. Meditemos y observemos qué nos dicen, qué reflejan. Anotemos sensaciones. Lo que más nos gusta, lo que menos. Seamos conscientes de nuestra tercera piel. Abramos la puerta de nuestra casa y de nuestro corazón.

El hall de acceso:la primera impresión

Es lo que habla de nosotros, por eso debe ser cuidado.
Orden, limpieza y desobstrucción es lo prioritario, sino estaremos restando posibilidades de progreso, felicidad y bienestar. Que la energía que entre por la puerta pueda fluir. Que la gente que entra por la puerta pueda fluir.
Si colocamos espejos, que no sea frente a la puerta. Esto refleja y “rebota” lo que entra. Deben ser laterales, que dupliquen el espacio, que reflejen cuadros o plantas.
Si frente al acceso principal hay una ventana o puerta debemos colocar un elemento que “detenga” la energía. El Ch’i (la energía vital) como entra sale. Podemos colocar biombos, plantas, móviles, etc.


La sala de estar: potencia la interacción social

Debe ser acogedor, un rincón donde se pueda estar confortablemente, sin interferencias.
Es un lugar predominantemente de “tierra” , receptivo, donde se siembra para que luego florezca.
Si  está allí  la TV, debería situarse en un mueble que permanezca cerrado y sin “interferir”.
Los sillones principales que no le den la espalda al acceso.
Deberíamos suavizar los ángulos de muebles y paredes.
Equilibrar los 5 elementos, chequeando colores, formas.
Equilibrar el número de objetos decorativos que se coloquen.
Preferiblemente colocar plantas vivas en lugar de secas, un rincón con plantas de hojas redondeadas que colaboren con tu receptividad.




Dormitorio Principal: Un lugar para renovar la energía
Colocar la cama en un lugar donde pueda verse la puerta, cubierta con ropa lo más natural posible y almohadones, que son receptivos, colocar este y todos los objetos siempre y en lo posible en número par, para fortalecer la relación de pareja.
Si hay aparatos eléctricos colócalos dentro de muebles.
Si tu dormitorio funciona como oficina, separarlo mediante un biombo o una cortina. Este debe ser un sitio sagrado donde “desconectemos” la energía diaria, así que además de separar hay que desenchufar.
Introducir arte, sensual y sereno, honrando los 5 sentidos.
Usar colores de baja frecuencia, que no alteren nuestro descanso: tonos pasteles, de la tierra…y si optamos por uno fuerte que sea detrás nuestro.
Roperos y cómodas: el orden favorece la claridad.
Espejos: que no nos reflejen cuando dormimos, ya que alteran nuestro estado de inconsciencia. Si no pudiéramos evitarlo, taparlos durante la noche.
Crear una vista agradable desde la cama. Orientarla si es posible con la cabecera al norte o al este.

Habitación de los niños:remanso de paz y creatividad
Colores tranquilos, preferiblemente pasteles. Evitar los colores fuertes, pues no generan un clima apacible y sobreexcitan, y si elegimos uno, colocarlo donde no lo veamos desde la cama.
Evitar el desorden.
Armar rincones diferenciados de trabajo y descanso.
Colocar la cama lo más lejos posible de la puerta, preferiblemente que no sea debajo de una ventana.
La posición ideal de la mesa de trabajo es con la mirada en dirección a la puerta, preferentemente con una ventana lateral. Si hay objetos electrónicos, desconectarlos o cubrirlos.
Los muebles :con formas suaves y sin aristas.

Cocina:la alquimia de los alimentos

Es un sitio importantísimo dentro de nuestro hábitat. Es donde gestionamos y materializamos cómo nutrirnos y nutrir a quienes amamos.
No deberíamos tener la pileta y la cocina juntos, es como mezclar agua y fuego. El equilibrio lo da la madera. Podemos colocar objetos de madera entre ambos (cucharas, plantas aromáticas…). Usar alternativamente todas las hornallas.
No estancar alimentos. No acumular en demasía, ir finalizando para luego reponerlos. Es una forma de que la energía circule.
Como en cada estantería, el orden y la desobstrucción juegan un papel primordial para que la energía fluya, la mesada debería estar lo más vacía posible.
Los cantos de los muebles es mejor que sean redondeados, los colores alegres (verdes, amarillos). Esto tiene que ver con la tierra y la madera, la siembra y la cosecha.
Si da el espacio, tener un sitio para sentarse y comer.
Equilibrar siempre los 5 elementos.





Baño:área de purificación.
Tapar el inodoro cuando no se use. Que este sitio no sea sólo de drenaje, que sea el sitio donde nos purificamos a diario, mediante el aseo de nuestro cuerpo.
Si es posible “separar” visualmente inodoro desde la puerta.
Que no haya relación visual directa desde el dormitorio.
El orden, la organización y la no acumulación generan espacios sencillos. Pulcritud.
Es el sitio del elemento agua, compensarlo con plantas o colores verdes, ocres o tierras. Aplícalo en toallas, cerámicos o lo que sientas que equilibra.
Que no haya goteras ni desperfectos.
 

Jardines:alimento para los 5 sentidos
Generemos espacios exteriores sanos y cuidados. Juguemos con los cinco elementos, equilibrando colores y formas, texturas y materiales.
Usemos los cinco sentidos, aquella planta fragante que nos regala la noche. Un sonido, el agua que circula, aquella fuente cantarina. Un color, el viraje a rojo de un árbol en otoño. Un sabor, esas frutillas que cultivo en una maceta y me alegran la vida. Una sensación táctil, 

cuando me descalzo y piso mi metro cuadrado de césped.







Espero que les sea útil.
Cuando hablo de los cinco elementos (leer nota BAGUA), me refiero a :
Madera, metal, fuego, tierra y agua.
Algunos de estos dibujos fueron hechos en conjunto con mi ex socia la Arquitecta Patricia Studdert.

Mirta Castanheira, arquitecta




jueves, 15 de marzo de 2012

FENG SHUI INTEGRAL



NOTA EN UN PERIÓDICO

Hace unos días revisando mis archivos, en esta revolución llamada mudanza a otro país.....encontré esta nota escaneada que fue hecha cuatro años atrás.

Me habían llamado para una entrevista en la radio IB3,de Palma de Mallorca. Mientras charlábamos , observé que había un señor dibujando.
Cuando acabó el programa, se me acercó y se presentó como caricaturista y periodista, y me contó que me había dibujado.
Me propuso entonces la posibilidad de escribir una nota para el periódico Última Hora, de Baleares, hablando de mi especialidad : Feng Shui Integral y adjuntando la caricatura claro (que me daba mucha vergüenza en aquel momento, pero menos ahora).
Y aquí la cuelgo.
Escueta, pero clara y contundente.
Si hace cuatro años, me hubieran dicho que escribiría esta nota desde Bariloche, los hubiera mirado asombrada, pero aquí estoy, feliz de reconectarme con mi blog y con mi tierra.



Hasta pronto