Me mostró SU MIEDO.
Miedo a qué pasaba, cuando IRREMEDIABLEMENTE,las personas ya han adquirido su vivienda propia.
Y entonces le dije, y les digo: no hay nada irremediable, por eso me he especializado en MEDICINA DEL HÁBITAT, para chequear, diagnosticar, sanear y proponer qué hacer con nuestros espacios enfermos.
Lo primero que quiero contar, más allá de lo que digan o hagan otros especialistas catastrofistas en general, lo que primero analizo en una vivienda son los sitios de PERMANENCIA PROLONGADA.
Esto es:
Dormitorios, donde nuestro cuerpo permanece ocho horas.
Sitios de trabajo, cada vez más frecuentes en las viviendas, y que también generan que estemos en un lugar fijo, por muchas horas.
En el resto de la vivienda, uno está en tránsito. Ergo, no puede afectarnos.
He visto planos dibujados con todas las geopatías, donde no quedaba sitio para habitar.Eso sí que asusta.......¡Pero si el planeta está vivo, lleno de energías que no vemos!.....No es lógico este planteo.
No estamos por espacios prologados en toda la casa......
Me refiero básicamente a las geopatologías, entendiéndose como tales todas las geopatías existentes en nuestro planeta: venas de agua, fallas geológicas, chimeneas, líneas mágnéticas, etc.
Mi idiosincrasia hace que los cambios que sugiero que se hagan sean los mínimos, en una vivienda existente.
Ni obras nuevas,ni tire todo por la ventana, ni múdese usted.
No, no me parece coherente.
Siempre hay una solución a aplicar.
Y esa solución puede que nos libere de insomnios, pesadillas, malestares físicos, malestares psíquicos.
Ya conté en una "entrada antigua":FENG SHUI PARA BEBÉS, cómo mi hijo, con sólo desplazarle la cuna un poco, dejó de llorar desesperado cada noche.
Dormía (y yo no lo sabía en ese momento, claro) sobre un cruce de líneas Hartmann y una vena de agua. El rabdomante que localizó la geopatía, me dijo que era como estar sobre una torre de alta tensión, por eso lloraba..........le generaba inquietud.
He cambiado camas de lugar. He propuesto cambios de dormitorios. He trabajado con geometría sagrada para dispersar la energía.
Después de todo lo explicado, no hay miedo que valga.
Los miedos son fantasías, que impiden en ocasiones que hagamos lo que sentimos.
Viviendas sanas.
Espacios armónicos.
Qué cosa puede ser más gratificante que estar en nuestros propios santuarios, donde reina el equilibrio.
Nuestra tercera piel.
Cuidémosla.
Muchas gracias
Mirta Castanheira
Arquitecta & Consultora
mirtacastanheira@gmail.com